Mucha gente desconoce las numerosas propiedades curativas de la Planta de la Sangre de Cristo, conocida formalmente como muicle o Justicia spicigera, que crece desde México hasta Colombia. Estas hierbas medicinales se han utilizado durante siglos para tratar dolencias como el dolor, la inflamación e incluso enfermedades graves como la sifilis, los tumores, la leucemia y el cáncer de cuello de útero. La planta es una hierba glabra con tallos verticales y rectos y múltiples ramas que pueden alcanzar hasta 50 cm de altura. Sus hojas son pinnadas-compuestas y el último foliolo de cada par está dispuesto en línea.
En la medicina tradicional mexicana se ha utilizado para la diabetes, problemas urinarios, enfermedades venéreas (gonorrea), como diurético y para el cáncer de riñón ( Adame y Adame, 2000; Johnson, 1999; Martínez, 1989; Morton, 1981). Además, tiene diversas propiedades curativas, como ser buena para problemas digestivos y respiratorios, dolores de cabeza y de riñón, mareos, anemia y para reducir la inflamación.
Usos de la Planta de la Sangre de Cristo
Uno de los principales usos de la Planta de la Sangre de Cristo es tratar dolencias digestivas como cólicos, estreñimiento y flatulencias. Además, puede utilizarse para reducir la fiebre hirviendo las hojas y los tallos y bebiendo el líquido resultante. También se ha utilizado durante siglos por sus propiedades curativas para heridas, úlceras e incluso enfermedades de la piel como el acné. Sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas la convierten en una hierba ideal para tratar afecciones respiratorias como resfriados, gripe y bronquitis.
Además, su alto contenido en taninos la convierte en un buen antidiarreico. Sus efectos antianémicos ayudan a mejorar y prevenir la anemia, así como sus capacidades antiespasmódicas que ayudan a combatir los dolores abdominales y menstruales, entre otros. También es excelente para tratar afecciones cutáneas como el eccema y la psoriasis, gracias a sus propiedades cicatrizantes e hidratantes.
Cómo tomar la Planta de la Sangre de Cristo
Para aprovechar sus diversos beneficios curativos, la Planta de la Sangre de Cristo puede tomarse de distintas maneras. Una de las formas más comunes es preparar un té hirviendo de 1 a 3 cucharaditas de hojas y tallos de la planta en un litro de agua. Este té puede tomarse al menos dos veces al día, preferiblemente antes de las comidas, para obtener los mejores resultados.
La Planta de la Sangre de Cristo también puede prepararse en jarabe, miel o aceite. Para preparar el jarabe, hay que dejar hervir un puñado de hojas, tallos y flores de la planta hasta que formen una pasta homogénea. A continuación, esta pasta puede mezclarse con una cantidad suficiente de miel para darle sabor y dulzor.
Precauciones al tomar la Planta de la Sangre de Cristo
Las propiedades medicinales de la Planta de la Sangre de Cristo no deben tomarse a la ligera. Por tanto, es necesario consultar a un médico antes de consumir ésta o cualquier otra hierba, sobre todo si estás embarazada, en período de lactancia o padeces alguna enfermedad. Además, es mejor tomar esta planta con moderación, ya que un consumo excesivo puede tener efectos adversos para la salud.
En conclusión, la Planta de la Sangre de Cristo se ha utilizado durante siglos para tratar diversas dolencias y enfermedades. Sus diversas propiedades curativas, tanto digestivas como respiratorias, la convierten en una hierba ideal para tener a mano. Sin embargo, es importante no olvidar consultar a un médico antes de consumir ésta o cualquier otra hierba para evitar cualquier efecto adverso para la salud.