Los ríos del mundo cobran vida con la presencia de plantas que forman islas flotantes en la superficie. Estas islas están formadas por diversas plantas acuáticas, pero comúnmente se denominan camalotes, que son una combinación de distintas especies de plantas que crecen juntas. Camalotes es un término que significa «isla» en español.
En los ríos y arroyos más pequeños, las plantas que forman estas islas pueden tener un impacto significativo en el ecosistema acuático. Estas islas flotantes proporcionan refugio y alimento a muchos animales acuáticos. También pueden ayudar a reducir la erosión de los hábitats ribereños y actuar como filtro de la escorrentía y otros contaminantes.
Además de aportar muchos beneficios al medio ambiente, las plantas que forman islas flotantes también pueden proporcionar beneficios estéticos y recreativos. Estas islas añaden color, textura y dimensión a los ríos y arroyos, y pueden ser un lugar estupendo para pescar, observar aves, hacer picnics y mucho más.
En cuanto a las plantas que forman las islas, existen muchas especies diferentes. Algunas de las especies más comunes y conocidas son el Acordeoncito de Agua, originario de América Central y del Sur, que prefiere aguas tranquilas como lagos y pantanos. Esta planta presenta hojas ovaladas de sólo 0,4 a 2 cm de longitud.
Otra planta que forma islas flotantes es la Najas guadalupensis, también conocida como ninfa de agua. Esta planta es originaria de México y EE.UU., y prefiere aguas más turbulentas que tengan un nivel moderado de salinidad. Puede alcanzar los 16 metros de longitud y tiene hojas anchas y lanceoladas.
Por su parte, la Eichhornia crassipes, o jacinto de agua, es originaria de Sudamérica y suele encontrarse en las aguas tranquilas o de movimiento lento de ríos, lagos y humedales. Esta planta tiene flores de color azul celeste que parecen estrellas, y hojas grandes y redondas que pueden alcanzar hasta 20 cm de longitud.
En los ríos más grandes, las islas flotantes también pueden estar formadas por plantas no vasculares, como las algas, que tienen la capacidad de formar grandes colonias. Estas colonias pueden proporcionar alimento y refugio a los habitantes del río, al tiempo que actúan como filtro para recoger sedimentos y otros contaminantes.
Para mantener la presencia de islas flotantes en ríos y arroyos, es importante observar buenas prácticas de administración, como vigilar las islas y controlar las especies invasoras. También es importante ser consciente del impacto de los contaminantes y evitar la introducción de productos químicos u otras sustancias que puedan dañar el medio acuático.
La presencia de plantas que forman islas flotantes en ríos y arroyos puede añadir belleza, seguridad y valor ecológico al medio acuático. Ya se trate de las flores de color azul brillante de la Eichhornia crassipes o de las hojas lanceoladas de la Najas guadalupensis, estas islas pueden constituir un espectáculo maravilloso que sin duda cautivará al observador.
Desde proporcionar un hábitat a la fauna acuática hasta actuar como filtro de contaminantes, las islas flotantes prestan muchos servicios importantes a los ríos y arroyos de todo el mundo. Es importante observar buenas prácticas de gestión para garantizar que estas islas sigan prestando estos servicios durante muchos años.
Tipos de plantas que forman islas flotantes en el río
Las plantas flotantes o de flotación libre son especies acuáticas que crecen cerca o sobre la superficie del agua y que no necesitan adherirse a ningún tipo de sustrato geológico que les proporcione sustento o estabilidad. Este tipo de plantas forman islas flotantes que se desplazan por ríos y canales artificiales, transformando la vida en el río y aportando nuevos hábitats a los ecosistemas acuáticos.
Plantas emergentes
Uno de los tipos más comunes de plantas emergentes son las especies acuáticas, que son plantas en su mayoría sumergidas pero que extienden su parte aérea hasta la superficie del agua, de ahí el nombre de emergentes. Un ejemplo de este tipo de planta es el hornwort (Ceratophyllum demersum): una planta herbácea sumergida que forma densas poblaciones en muchos sistemas, creando lo que se conoce como «alfombras de vegetación».
Plantas flotantes
Las plantas flotantes suelen constituir la mayoría de las «islas flotantes» de los lagos y embalses. Flotan cerca de la superficie del agua y sus raíces están sumergidas apenas unos centímetros por debajo de la superficie. El jacinto de agua (Eichhornia crassipes) es una de las especies más conocidas e invasoras, sus largas hojas pueden formar densas poblaciones que pueden afectar en gran medida a la luz y la vida de estas aguas, al tiempo que se están estableciendo en algunos ríos de nuestro país.
Plantas sumergidas
Las plantas sumergidas son un tipo de plantas que están completamente sumergidas, emergiendo al agua sólo sus hojas y flores. Son plantas pequeñas, pero desempeñan un papel vital en el desarrollo y sustento de los hábitats acuáticos. Un ejemplo de este tipo de planta es la estrella de agua (Callitriche): pequeñas plantas acuáticas que forman rizomas, que liberan un gran número de partículas nutritivas, por lo que son muy codiciadas por los peces y sus invertebrados asociados.
Camalotes
El camalote (Salvinia molesta) es una especie de helecho acuático originario de Centroamérica y Sudamérica que forma islas flotantes gracias a su flotabilidad en el agua. Sus hojas son pequeñas espátulas de forma ovalada, que no suelen superar los dos centímetros de longitud. Aunque puede utilizarse en cualquier tipo de recipiente, esta especie prospera mejor en aguas tranquilas, como lagos y pantanos, donde establece rápidamente densas esteras flotantes suspendidas en la superficie del agua.
Lechuga de agua
La lechuga de agua (Pistia stratiotes) es originaria de África y es una de las especies de plantas acuáticas con más éxito. No sólo forma densas poblaciones, sino que también es capaz de cambiar el curso de los ríos y arroyos, reduciendo significativamente la velocidad de las corrientes de agua. También es una especie muy rica en nutrientes, que contribuye a la reposición de los sistemas liberando un gran número de nutrientes en el agua en forma de partículas diminutas.
Conclusión
Las islas flotantes han sido un espectáculo habitual a lo largo de la historia y han desempeñado un papel vital en la transformación de la vida de los ríos y otros ecosistemas acuáticos. Hay una gran variedad de especies vegetales que pueden formar islas flotantes, desde especies emergentes a especies sumergidas, cada una de las cuales ofrece una contribución única e inestimable al ecosistema. Tanto si sirven para frenar las corrientes de agua como para reponer nutrientes en un ecosistema, estas plantas son parte integrante del medio acuático.